Rosa Muñoz plantea un nuevo presente forjado sobre el pasado a través de dos de sus últimas  series.  En Estratos del Tiempo, el reciclaje de objetos cotidianos manifiesta la obsolescencia que la artista rescata como huellas del tiempo, confiriéndole al cúmulo obsoleto una nueva identidad, la de obra de arte.  Apilados unos sobre otros, libros, prendas o envases caducos, marcan los ciclos de la vida. Son el testimonio de un presente fugaz. En una segunda serie, Desplazamientos, la artista toma como punto de partida fotografías de décadas anteriores como iconos propios para construir perspectivas múltiples, superponiendo y desplazando fragmentos de imágenes sobre madera. De este modo la artista conquista una tercera dimensión para su personal lenguaje fotográfico. Rosa Muñoz revisita un pasado a base de destellos de imágenes como si de disparos de cámara se tratara. Fundamenta así su actual presente sin mirar atrás,  mostrando las aristas de existir.