Un Mundo de Repuesto es el proyecto con el que Angel Haro nos adentra en un mundo interior donde se fragua la arquitectura de las ideas, la formulación y experimentación de los conceptos y la materia, y el diálogo entre los diferentes soportes a los que se vincula la pintura. El artista nos introduce a través sus palabras en el proyecto: “Un mundo de repuesto” es el resultado del proceso de construcción de un mundo paralelo (…) Todo lo que hay que saber sobre la obra está presente en la obra, sólo hay que escuchar con la misma disposición con la que nos situamos ante un paisaje nuevo (…) Es reconstruir el espacio que habita el artista para adecuarlo  a sus necesidades vitales (…) ceder la responsabilidad de generar emociones a la alquimia de los materiales, de las texturas y de los gestos (…) un canto al proceso de construcción y al encuentro de los campos de color (…) No trata de evocar, ni sublimar y mucho menos simbolizar ningún aspecto del mundo real. Se trata de construir una naturaleza, un paisaje y un sonido nuevos, confeccionados a la medida del artista (…) “Un mundo de repuesto” no alude a ninguna experiencia, es una experiencia en sí misma (…) un autorretrato del territorio del artista. 

Esta exposición nos lleva desde un mundo físico y analógico hasta la desintegración de la materia a través de técnicas audiovisuales.